El nuevo código técnico de la edificación publicado el 20 de diciembre de 2019 cambia la forma de entender la construcción de un edificio, el consumo total que esta tiene (mejor aislados) y los generadores que necesita.
El objetivo es tratar de construir edificios de consumo casi nulo o Passivhaus, para reducir el consumo de energía y contaminar lo menos posible.
Y ¿Cómo afecta esto a los sistemas de calefacción, climatización y agua caliente?
Pues como se verá a continuación, ahora se limita tanto el consumo anual del edificio, como el porcentaje máximo de energía no renovable (no superior al 50% de la generación); además de que la producción de agua caliente sanitaria será en un 60% debe ser renovable (70% si la producción es mayor a 5.000 l/día).
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CTE climatizacion
¿Cuándo y qué tipo de edificios se verán afectados por el nuevo CTE 2019?
A partir de 28 de junio de 2020, todo proyecto con licencia de obras después de esta fecha deberá cumplir el nuevo CTE 2019.
Será de obligado cumplimiento para todas las obras nuevas y para intervenciones de edificios existentes en los que se proyecten ampliaciones mayores al 10% de la superficie o volumen construido (siendo una superficie ampliada mayor a 50 m2), a edificios de cambio de uso (con una superficie mayor a 50 m2) y en reformas que renueven a la vez las instalaciones térmicas y más de un 25% de la superficie de la envolvente.
Límite de energía consumida y máximo no renovable
En el apartado “DB HE0: Limitación del consumo energético” se delimita tanto el consumo anual [kWh/m2año] de energía no renovable como el total, en función de la zona climática de invierno (y para uso no residencial privado además se tendrá en cuenta la carga de ocupación). Como máximo el 50% de la energía total consumida será no renovable.
Limitación del consumo de energía primaria total
Limitación del consumo de energía primaria no renovable
Generación renovable mínima para ACS
El apartado “DB HE 4 Contribución mínima de energía renovable para cubrir la demanda de agua caliente sanitaria” establece los límites de generación renovable (no solo solar térmica) para agua caliente sanitaria (ACS) y climatización de piscinas, que será idéntica para todo el país.
La contribución mínima es del 70% de la demanda energética anual (incluyendo las pérdidas térmicas por distribución, acumulación y recirculación) y en demandas de ACS inferiores a 5.000 l/d el porcentaje se reduce al 60%.
NOTA: a una temperatura de suministro 60°C.
Se permite el uso de bomba de calor para la producción sanitaria, pero para considerarla renovable, debe tener un valor de rendimiento medio estacional (SCOPdhw) superior a 2,5 cuando utilicen directamente electricidad o superior a 1,15 al ser accionadas por energía térmica. El valor obtenido de SCOPdhw estará calculado para una temperatura no inferior a 45°C.
La contribución renovable podrá sustituirse por energía residual de otras máquinas siempre que sea útil y efectivo para ACS.
Diseño de edificio de consumo mínimo
El apartado “DB HE1: Condiciones para el control de la demanda energética” limita la transmitancia térmica U [W/m²K] de cada elemento de la envolvente, establece un coeficiente global de transmisión de calor K, controla la máxima permeabilidad de los huecos, limita la cantidad de radiación incidente en verano (con el buen diseño o dispositivos móviles) y minimiza la presencia de condensaciones.
Por lo tanto, cuanto mejor sean los elementos constructivos y el diseño en general; menos consumo energético y menos limitaciones habrá a la hora de elegir las instalaciones térmicas.
CTE en calefacción y climatización
La elección de los sistemas de refrigeración, calefacción y ACS van a depender del uso del edificio, la zona climática donde se encuentra, las fuentes renovables disponibles (paneles solares térmicos y FV, aerotermia, biomasa…), el espacio disponible, etc.
Por lo tanto, se deberá estudiar en cada caso qué tipo de máquinas y mix con renovables se va a necesitar y cumplir así con el mínimo renovable y no sobrepasar el consumo máximo anual que establece el nuevo código técnico de la edificación 2019.
Caldera + solar térmica + aire acondicionado
Aerotermia + solar FV + solar térmica
FAQS sobre el CTE en calefacción y climatización
El nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE) de 2019 introduce cambios significativos en los sistemas de climatización de los edificios. Este reglamento establece limitaciones en el consumo energético anual tanto en energía primaria total como no renovable, lo que impacta directamente en la climatización. Se busca que los edificios cuenten con un aislamiento eficiente para reducir la demanda energética, promoviendo así el uso de fuentes renovables en los sistemas de calefacción y climatización. Además, la elección de los sistemas de climatización debe ajustarse a la zona climática donde se encuentra el edificio, teniendo en cuenta que, para uso residencial, no más del 50% de la energía provenga de fuentes no renovables. Las tecnologías más recomendadas para cumplir con estos estándares incluyen la aerotermia y la energía solar térmica, que permiten cubrir las necesidades de calefacción y climatización sin sobrepasar los límites de consumo establecidos por el CTE.
El nuevo CTE 2019 ha implementado restricciones claras en cuanto al consumo de energía para calefacción en edificios. La limitación del consumo de energía primaria no renovable (máximo un 50% del total) obliga a incorporar tecnologías más eficientes y a mejorar la envolvente térmica de los edificios para reducir las pérdidas de calor. Esto implica una mayor inversión en sistemas de calefacción que utilicen fuentes renovables como la biomasa, la aerotermia o sistemas híbridos que combinen calderas tradicionales con paneles solares térmicos. Además, la demanda de calefacción también está vinculada a la zona climática en la que se sitúe el edificio, lo que significa que en climas más fríos se deben tomar medidas adicionales para cumplir con los límites de consumo establecidos por el CTE.
El CTE 2019 establece que, para satisfacer la demanda de agua caliente sanitaria (ACS), al menos el 60% de la energía debe provenir de fuentes renovables, porcentaje que aumenta al 70% si la demanda supera los 5.000 litros diarios. Esto significa que los sistemas tradicionales de producción de ACS deben complementarse o reemplazarse por tecnologías más sostenibles, como paneles solares térmicos o bombas de calor con un coeficiente de rendimiento estacional (SCOPdhw) adecuado. Además, se deben tener en cuenta las pérdidas térmicas derivadas de la distribución, acumulación y recirculación de ACS. En este contexto, el uso de energías residuales o el aprovechamiento de calor residual de otras instalaciones también es una opción viable para cumplir con el nuevo CTE y reducir la demanda de energía no renovable para ACS.
La demanda de agua caliente sanitaria (ACS) según el nuevo CTE 2019 varía dependiendo de la zona climática en la que se sitúe el edificio. El CTE tiene en cuenta las diferentes condiciones climáticas de España y su impacto en la demanda energética. Las zonas climáticas más frías presentan una mayor demanda de ACS, lo que implica la necesidad de sistemas más eficientes y con mayor capacidad para cumplir con los requisitos de producción renovable (mínimo 60% de energía renovable). Además, el diseño del edificio y la calidad de su envolvente térmica juegan un papel clave para minimizar las pérdidas de energía. El uso de tecnologías como la aerotermia, solar térmica o calderas de biomasa puede ayudar a satisfacer esta demanda de manera sostenible en función de las particularidades climáticas de cada municipio.
El nuevo CTE 2019 ha introducido varios cambios importantes que afectan a los sistemas de climatización, calefacción y ACS. En primer lugar, se establece un límite claro al consumo de energía primaria total y no renovable, incentivando el uso de energías renovables en todos los sistemas. El CTE también pone un énfasis especial en la reducción de la demanda energética mediante la mejora del aislamiento y la eficiencia de la envolvente del edificio. Para la producción de ACS, se exige que al menos el 60% de la energía provenga de fuentes renovables, aumentando este porcentaje en instalaciones de mayor consumo. La calefacción y la climatización también se ven afectadas por estos cambios, ya que el CTE promueve la adopción de tecnologías que utilicen fuentes renovables, como la aerotermia o los sistemas híbridos que combinan calderas y energía solar térmica, garantizando así un menor impacto ambiental y un mayor ahorro energético en el edificio.