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Existen varias formas de calentar un edificio; radiadores tradicionales, fan coils (bomba de calor) o el suelo radiante por agua. En esta última forma nos vamos a centrar aquí y ya te adelanto que es la mejor opción para climatizar una estancia (por que no solo puede calentar, si no que puede refrigerar el suelo para usarse durante todo el año).
La calefacción por suelo radiante consiste en hacer circular agua caliente por una tubería bajo el suelo; este calor se transmite al ambiente calentando la estancia y a sus ocupantes.
Esta forma de calefacción por radiación tiene muchas ventajas respecto a otras tecnologías (por convección) y ofrece una serie de beneficios para el usuario muy interesantes.
Es simple, un sistema de tuberías de agua caliente (elemento calo-portador) recorre toda la superficie a calefactar bajo el pavimento. El calor se transmite por radiación (principalmente) de manera uniforme por las zonas a climatizar.
Está montado de esta forma:
Sobre el forjado se ponen paneles aislantes (con tetones o lisos), que evitan que el calor se pierda hacia el forjado; el tubo que conduce el agua caliente se coloca sobre el panel (enganchado a los tetones o mediante grapas si es panel liso); se recubre toda la superficie con mortero (cemento) de alta conductividad (será de bajo espesor en rehabilitación y reformas) y finalmente va el pavimento (baldosas, parquet, moqueta, etc.).
NOTA: Tubo para suelo radiante multicapa con barrera de oxígeno
Generalmente se emplea el tubo multicapa (3 o más capas) con barrera de oxígeno (capa metálica); es muy importante que contenga esta barrera para evitar los temidos lodos o barros que se generan en la instalación y la oxidación de otros elementos metálicos del sistema (caldera, válvulas, vaso de expansión, etc.).
Además del suelo radiante que utiliza el agua como transmisor de calor, existe el eléctrico que no precisa más que electricidad para funcionar, a continuación, te describo ambos sistemas, sus ventajas e inconvenientes y una comparativa entre todos los sistemas que hay.
El calor se transmite por una resistencia eléctrica instalada bajo el suelo. La instalación lo forma una malla calefactora instalada sobre un aislante. Como se va ver a continuación, comparte la mayoría de ventajas del sistema radiante por agua, pero tiene la pega del alto consumo eléctrico; puede ser interesante montarlo cuando no es posible poner suelo radiante, no llega suministro de gas o es una vivienda, estancia o local de uso ocasional.
Ventajas:
Desventajas:
Como ya se ha explicado antes el calor se transmite por tuberías de agua caliente. El líquido se ha calentado previamente en un generador que puede ser:
*NOTA: podría emplear una máquina de hidrotermia que es un intercambiador agua-agua controlado por una bomba de calor.
Una vez que sale el agua caliente del generador llega al colector y de ahí se distribuye por cada zona (existen electroválvulas por zona controladas desde termostatos individuales), el calor se transmite hacia el pavimento por todo su recorrido y regresa al colector de vuelta y de nuevo al generador para aumentar la temperatura del agua (cedida al ambiente). Pueden existir bombas de circulación y vasos de expansión adicionales (el generador suele incorporar estos elementos) si es necesario.
Ventajas:
Inconvenientes:
El suelo radiante para obra nueva (el estándar o genérico) tiene una altura de entre 7 y 10 cm. En el diseño del edificio debe contarse con esta altura libre para no dejar un piso muy bajo.
En edificios existentes, hay una gran limitación… la altura. Para solucionarlo existe un tipo de suelo radiante especialmente destinado para reforma o rehabilitación, en el que la altura total no llega a 37 mm. Conservando todos los beneficios y características (potencia entregada similar) del suelo radiante estándar, pero en muy poca altura.
Se fundamenta en utilizar un panel de baja altura y un mortero de alta conductividad térmica y baja sección (con menos espesor transmite más calor). Se puede colocar cualquier tipo de suelo encima.
Existe una variante más de este tipo de suelo radiante destinado para rehabilitación o reforma y es el sistema seco. Su altura se reduce hasta 17 mm, básicamente no contiene mortero; es decir, solo lo componen un panel aislante de bajo espesor y la tubería (de sección un poco más reducida). Está especialmente indicado cuando hay muy poca altura disponible o se va a emplear de forma menos constante, ya que reduce en espesor, pero la transferencia de calor es más baja. Solo se puede montar encima parquet.
El suelo radiante por agua posee la mayor potencia entregada por el mínimo consumo. Su inversión es mayor, pero se empezará a ahorrar en cada factura de forma inmediata.
Indicado para una alta ocupación de forma constante, óptimo para el sector residencial (piso, chalet o vivienda unifamiliar), cuidado de mayores y niños (residencias, sector salud, guarderías, colegios…), sector industrial (calefactor naves, procesos industriales), etc.
En función de la altura disponible se recomendará en este orden el sistema estándar (10 cm), el de rehabilitación (3,7 cm) o el seco de mínimo espesor (1,7 cm).
El suelo radiante eléctrico es más barato y rápido de instalar, pero su consumo mensual es mucho más alto. No necesita ningún generador de calor, solo electricidad para funcionar.
Está aconsejado cuando no exista otra opción de calefacción mejor y para un uso ocasional. Por ejemplo, climatizar una habitación nueva a partir de un porche cerrado, calentar una sala de reuniones o una segunda vivienda que visitamos de forma esporádica.
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